domingo, 2 de octubre de 2011

Un poco de vanidad cunde mucho.

Hay gente convencida de que todo cuanto hace es genial y de que su aspecto es siempre fabuloso, por mucho que no sea así. Tienen esa capacidad de convertirse en animadoras de sí mismos, aun cuando el suyo sea el equipo perdedor. Los narcisistas truecan la realidad por fantasía. Peor no es que sufran un trastorno de la personalidad, es que son un producto de su propia cosecha. El único mundo que importa es el que tú te has creado, aquel en el que eliges vivir.

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